Cuando nace un beso

No supe nunca, cuando comenzó a formarse nuestro primer beso
estaba en mi mente, el primer día que te vi
y estuvo en mis labios esa noche que salimos
aunque no quisiste besarlos.

Estaba en tus labios cuando me besaste
y nuevamente estuvo en nuestros labios
cuando te pedí repetirlo.

Beso esquivo,
que se poso unos segundos
para luego, desaparecer.


Lo guarde en corazón
hasta el día que te lo regale
justo bajo la puerta de tu casa

Una noche de luna
cuando mi corazón late más rápido
lo deposite, con cuidado
en tus labios.

Pero al juntar las piezas
al mirar atrás
me encontré contigo
te encontré al soñar

Y descubrí que el primer beso
ese que te regalé
lo estaba guardando
desde hace mucho tiempo
para nuestra primera vez.

Era tuyo, desde que te empece a soñar

(Dedicado a esa chica, que aprendía a patinar
mientras yo molestaba en patineta)

Estirando el cansancio

En estos días, el tiempo se estira sobre mi piel, como un pellejo demasiado usado, que hace tiempo debió romperse.
En estos días no se donde comienza la noche, y donde termina el cansancio.

Son esos días grises, que se repiten en la monótona diversidad del trabajo
que me trae días iguales sobre problemas nuevos

Cuando parece que la suma de todas las esperanzas
no alcanzan en la balanza de la rutina
a equilibrar la desesperanza

Es cuando miro con envidia, mi terno de palo
cuando el sol arranca despacio, pedazos de sudor
de mi piel angostada

Es cuando me alcanza mi sombra
y sólo me detengo a gritar mi nombre
y ya no recuerdo cual fue mi nombre

Son los días que se continuan
y se comen los domingos
y los lunes se vuelven semana
y las semanas caminan pisandose
sin encontrar feriados

En estos días quiero desaparecer...

Anticipandome

Tengo tantas formas de mirarte
de volver al pasado y buscarte
de imaginar futuros posibles
y encontrarte
que podría empezar a prepararme
para las penas súbitas
para las alegrías inesperadas
para ese dolor de volver a dejarte
para clavar el puñal o esconderlo
antes de lastimarte

En fin, para encontrarte
aunque ya estas conmigo
para verme en tu mirada
sabiendo que sólo nos queda un segundo

Para saber, a ciencia cierta
que no tengo como anticiparte